El arte de escribir cerdo
Fíjate bien, quiero que pienses en esto:
Cuando estábamos en el instituto y nos ponían a escribir, nos decían exactamente cómo se tenía que hacer.
Puntuación, comas, diéresis, párrafos, gramática, el puto sujeto y predicado.
La escritura debía hacerse correcta y perfecta, y si no, medio punto menos por cada falta.
La vida era así entonces, nos enseñaban que escribir y hablar era muy diferente.
Que la escritura era informativa y si no, eras un flipado que escribía poemas.
Pero realmente, si te fijas en todo lo que se escribe ahí fuera, lo que de verdad funciona, te das cuenta de que te han vuelto a mentir.
La gente se equivoca al escribir, comete faltas de ortografía, llena de palabras marranas textos impolutos…
Y gracias a eso, vende.
Por escribir cerdo.
Por escribir real.
Y es que la cosa va así:
Si tú quieres escribir vendiendo, tienes que saber a quién le hablas. Y ese alguien no es un catedrático ni Luis de Góngora.
Cuando tú escribes escribes para alguien normal que se ha topado con tu texto.
Y a esa persona o le aportas o te apartas, así que más te vale ponérselo fácil.
Porque si no, te puedes olvidar de tener un cliente. Una mente confundida nunca comprará.
Así que escribe sencillo, escribe cerdo si hace falta.
Da igual lo que seas, como si eres un guarro y vendes alargadores de pene, escríbelo como una persona y no como en un comentario de texto.
Y así la gente, te compra.
Y así, tú, te forras vendiendo alargadores de pene.
¿Me explico?
Bien.
Aquí viene la parte donde te vendo exactamente de lo que te he estado hablando.
Te diría que dejaras de leer si no estás interesado, pero si te has tragado las líneas de este correo o eres mi madre o esto te sirve de verdad.
Por eso mismo:
Vendo servicios de copywriting para hacer que las palabras de tu negocio persuadan a tu público. Para que lean y compren, en ese orden.
No soy gurú ni hago magia, pero soy altamente rentable.
Ni doble de beneficio, ni multiplico tus ventas ni pollas en vinagre.
Yo escribo, escribo cerdo.
Y lo vendo.
Aquí: